
Un sueco, haciendo honor a su nacionalidad, compra un Mercedes SLS AMG como el de la imagen de arriba. Luego se lanza a correr por las calles suizas a 297km/h, es decir 197 km/h por encima de lo permitido. Según la compañía el auto puede desarrollar velocidades de hasta 313 km/h, así que la faltó poco para desarrollar la máxima velocidad del vehículo.