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martes, julio 03, 2007

4 de Julio: Día de la Independencia




El 4 de Julio será recordado como el día de la independencia; el día en que Will Smith, el genio judío ateo, el expiloto presidente norteamericano y el alcohólico que se gana la vida fumigando vegetales subsidiados por el gobierno norteamericano, salvaron a la humanidad de un plaga de extraterrestres con serios problemas capilares.

Por supuesto, el 4 de Julio es también el día en que se celebra la Independencia de los Estados Unidos de Norteamérica. Una fecha significativa si se toma en cuenta la influencia de este hecho para el resto de Estados americanos y el mundo occidental. Hasta antes, las ideas sobre libertad, Estado de Derecho y Democracia, había sido un tema absolutamente teórico. Una doctrina que se difundía en sociedades secretas o se propalaba a través de los filósofos de la Ilustración.

La experiencia inglesa, si bien era un primer intento de control del poder político, aun estaba ligada a la autoridad del Rey, que era mucha mayor que la que ahora adorna las reales ocurrencias de la mamá del orejón Carlos. La fundación de la nación norteamericana iba a constituir el primer intento de llevar a la práctica el Estado democrático moderno. Nunca antes intentando, no podía haber caído en mejores manos que en los pragmáticos gringos.

No hay muchas oportunidades para hacer experimentos en ciencias políticas. Platón fue un desastre cuando trató de aplicar lo suyo. La Unión Soviética fue otro experimento fallido (duró apenas 50 años). Pero para rabia de los escépticos, varios siglos después, permanece el experimento liberal fuerte y dominante, sin haber experimentado en toda su historia un solo golpe de Estado.

Los teóricos del autoritarismo pretenden que solamente hay una fórmula válida para llevar a una nación al desarrollo: la anulación de la libertad. Probablemente yo no tenga muchas palabras ingeniosas para demostrar lo contrario; solamente tengo, en todo caso, la esperanza que me da la propia historia.

Feliz cumpleaños Will Smith


Roberto Pável
Jáuregui Zavaleta


miércoles, noviembre 01, 2006

El Concepto de Finalidad, la Naturaleza y el Estado




Aristóteles dice que el hombre es un Animal Político (un animal estatal sería una traducción más precisa); sugiriendo una concepción naturalista del Estado. Desde esa perspectiva, los seres humanos se orientarían a la convivencia “estatal” de un modo natural.

Cuando se coloca la causa sustancial del Estado en la esfera de la naturaleza humana, en la esencia del hombre; la apartamos del campo de acción de la libertad. Como resultado, el Estado no podría entenderse como acto racional y voluntario, sino más bien, como un hecho natural y necesario.

Problema: ¿Cómo podemos sostener, entonces, el concepto de finalidad del Estado? ¿Tienen acaso la naturaleza evolutiva un fin? ¿No es acaso producto del azar?

No es posible un fin fuera de la razón. El universo evolucionado carece de propósito, simplemente es. La lluvia carece de finalidad en sí misma, solamente posee consecuencias; su finalidad, en todo caso, es el resultado de una interpretación racional y externa. Únicamente un ser pensante se propone fines, de manera que el hombre, incapaz de “crear” racional y libremente el Estado, pero capaz de percibirlo, sería un simple intérprete...

Intérprete engañado, al fin y al cabo, que descubriendo ciertas relaciones, cree gobernar su propia historia.



Roberto Pável
Jáuregui Zavaleta

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