sábado, agosto 14, 2010

Rompiendo records





Un sueco, haciendo honor a su nacionalidad, compra un Mercedes SLS AMG como el de la imagen de arriba. Luego se lanza a correr por las calles suizas a 297km/h, es decir 197 km/h por encima de lo permitido. Según la compañía el auto puede desarrollar velocidades de hasta 313 km/h, así que la faltó poco para desarrollar la máxima velocidad del vehículo.




El carro ciertamente es veloz, pero no tanto como para escapar de la ley. Así que el sueco se va detenido y el auto entra en cuarentena. Como fresa sobre el postre, la fiscalía solicita una multa ascendente a $1'000,000.00, monto que al ser aprobado por el juez, significaría que - si bien el sueco no rompió el record de velocidad (que es de 1229.7 km/h, y no se rompe desde 1997)- al menos romperá el record mundial en papeletas.

El mundo apuesta por la competitividad. Las empresas y los individuos buscan romper sus propias metas. El lado oscuro de la competitividad, trata de ese deseo de destacar sin dirección moral; el deseo de llamar la atención pero no guiar. Más tarde o más temprano alguien rompe la marca cada vez más alta de la humana estupidez.

Fuente: BBC Mundo


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