viernes, mayo 20, 2011

Los Juramentos de Ollanta



Ollanta jura que respetará el Estado de Derecho y la democracia... de este modo quiere asegurar que se respetará el Estado de Derecho durante su gobierno... para muchas personas el concepto "Estado de Derecho" es hablar chino, por lo que debo hacer una definición: Estado de Derecho es aquél donde concurren la división de poderes, el principio de legalidad y la consagración de los Derechos Fundamentales; dicho de otro modo, es aquel donde existen mecanismos efectivos de control político.

La participación en un Estado de Derecho demanda una sociedad educada en los valores de la tolerancia, en el respeto de los sistemas normativos y en la capacidad de construir proyectos de largo plazo. Demanda de quienes ejercen los cargos públicos la convicción de que reciben el poder para cumplir las leyes, ya que el mejor servicio a la nación no es, necesariamente, un programa asistencial sino el respeto del sistema jurídico, que al fin y al cabo garantiza el desarrollo de los miembros de la comunidad. 

Los participantes del Estado de Derecho no creen en caudillos, ni en mesías políticos, sino más bien creen en el esfuerzo colectivo de la nación y su desarrollo en la historia, tienen la capacidad para continuar el trabajo de los que fueron y sentar las bases del progreso de los que han de venir...

Ninguno de estos valores los ha adquirido Ollanta de la casa paterna, que educaba golpistas; ni de su formación profesional, que era castrense;  ni de su discurso público hasta hace apenas unos meses; ni de su visión personal de Estado, como se aprecia en su plan de gobierno; ni del de su entorno más cercano  en los años recientes; basta con recordar los titulares del periódico Ollanta: 


“El Perú ya no es Nación, ahora es Colonia” (Quincenario “Ollanta”, febrero 2003), “¿Habrá Presidente Más Pelele? Toledo degenera al Perú en hazmerreír mundial” (“Ollanta”, marzo 2003), “La República Criolla debe agonizar más rápidamente” (“Ollanta”, agosto 2003), “¡Tiro al Traidor! ¡Del 2004 no pasa la Putrefacta Republiqueta Criolla!” (“Ollanta”, diciembre 2003), “¡Con Dos Cacerinas se Compone el Estado de Derecho!” (“Ollanta”, enero 2004), “¡Pueblo en Marcha! ¡Abajo el Tirano!” (“Ollanta”, febrero 2004).

Ollanta ha jurado respetar el Estado de Derecho, algo que está sobreentendido dentro de una comunidad jurídica, porque jurar respetar el Estado de Derecho significa jurar respetar el derecho a la vida, a la libertad, a la propiedad, a elegir sin coacción tus representantes, etc.,etc.; su actitud me recuerda a aquellos que juran que devolverán el dinero prestado la próxima semana, habiendo llegado a esa condición luego de una vida de morosidad. 

Frente al juramento de Ollanta, el sentido común me dice que hay algo de siniestro en el asunto cuando, para asegurar el Estado de Derecho, hay que elegir a un hombre que primero ha tenido que jurar que va a respetar el Estado de Derecho... la experiencia me ha enseñado que la mejor garantía es elegir a alguien cuya vida, palabra y propósitos sean de tal integridad que no tenga que hacer tales juramentos. 


 


Fotografìa: fuente Peru 21

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