¿Es la riqueza ajena razón suficiente para tomarla?
Pensar en el tema Yanacocha implica la consideración de dos cuestiones básicas: El Derecho de Propiedad y la redefinición del concepto de la peruanidad.
En el primer caso, si un grupo de individuos resultan tener derecho a gozar de beneficios y utilidades por el simple hecho de vivir cerca de donde se está generando riqueza; entonces queda justificada la afectación de la propiedad por cualquiera, con la única condición de que se exhiba un certificado de pobreza. Un sujeto podría acercárseme por la calle y pedirme una pensión de alimentos para su familia usando como único fundamento el tener magros ingresos. Tal posición es absurda, por lo menos para todos los casos, salvo que quien va a ser afectado con la medida sea Newmont – Yanacocha.
Quienes salen a “defender” la patria entorpeciendo la actividad de la minera creen tener derecho legítimo a la propiedad ajena. Me pregunto si creerán con la misma intensidad que los terceros tienen derecho a sus bienes particulares.
La cuestión es que ellos parten de un criterio: “defender lo nuestro”, la cruzada por obtener beneficios ajenos se transforma en una cruzada por la “peruanidad”. Y ese es el segundo concepto comprometido:
Quienes protestan contra la minera piensan que protegen nuestra peruanidad, piensan que están luchando contra el extranjero que ha venido a llevarse nuestra riqueza (riqueza que es entendida como recursos naturales). En principio los recursos naturales no son riqueza, son simplemente recursos naturales. Recuerdo el caso de un “rico” titular de un denuncio minero con el que tuvimos que tratar años atrás. El hombre tenía concesiones mineras sobre un enorme yacimiento, literalmente era una montaña de hierro. Nuestro Estudio asesoraba un contrato de compra del mineral para una compañía canadiense. El negocio nunca se realizó, porque ese hombre “rico” no tenía medios para llevar el hierro hasta un puerto utilizable sin elevar los costos por encima del precio internacional. Pocos saben que en el Perú hay sectores de la industria que se ven afectados por la pobre infraestructura portuaria, además de un universo de trabas formales.
No son los recursos naturales la fuente de la riqueza, ni tampoco la inversión extranjera la fuente de nuestra pobreza.
Ocurre que en el Perú existe una leyenda urbana que se resume en la siguiente expresión: Somos pobres porque los chilenos han abierto el Saga y el Ripley; o porque una empresa minera extranjera tiene un lucrativo negocio de oro que deja al Estado algo de 244 millones de dólares en impuestos.
Como contraparte ninguno de los nacionalistas y luchadores sociales que han salido a interrumpir las actividades de la empresa minera, producen siquiera 1,000 dólares en impuestos para el Perú.
Las cifras son claras: la mayoría de empresas peruanas son informales, no pagan impuestos ni pagan beneficios sociales a sus trabajadores. Simplemente se dedican a lucrar sin dejar nada a la preservación o mejoramiento del Estado. Estas empresas de bandera nacional son las que mantienen en zozobra a la mayoría de la población trabajadora, pagando salarios por debajo de los mínimos legales y evadiendo sus responsabilidades tributarias.
Me parece que, al fin y al cabo, la mejor cosa que podríamos hacer en defensa de la patria y de la peruanidad, antes de salir a bloquear carreteras, es comenzar por asumir nuestros deberes como verdaderos peruanos. Que los taxistas comiencen por respetar el tránsito; que los afiliados al SUTEP comiencen por someterse a verdaderas evaluaciones de capacidad; que los empresarios “chicha” paguen sus impuestos; que los agricultores destinen verdaderamente los financiamientos obtenidos a la agricultura; que los usuarios del Banco de Materiales devuelvan los créditos para que otros usuarios puedan acceder a similares ventajas; que los contratistas encargados de ejecutar las obras públicas, cumplan con lo establecido en los contratos y que dejen de “amarrarse” con los funcionarios del Estado encargados de su supervisión; que la policía deje de pedir plata; que los jueces y vocales corruptos sean verdaderamente castigados; que el Ministerio Público obre con inteligencia; que… en fin, luego de que todos hayamos comenzado por cumplir nuestras responsabilidades como peruanos, podamos percibir el verdadero camino de la prosperidad y la riqueza: el cumplimiento de nuestros deberes, el trabajo y la libertad.
Roberto Pável
7 comentarios:
Desde el punto de vista legal y de la propiedad privada meparece correcto y lógico su razonamiento, mi querido Pável, pero tampoco se puede acentuar el antagonismo social (paradójicamente los pueblos que ¿viven? cerca a ese emporio capitalista, son los más dejados de las sandalias de Dios). Particularmente pienso que nada de nocivo tiene querer y reclamar inversión para sus pueblos, o que se desarrolle una labor social para esos campesinos, niños y mujeres que se ven vulnerados al perjudicársele sus tierras y al contaminársele sus aguas tan necesarias para su subsistencia.
Sin nada más que decir: El pibe.
Patria o muerte.
Hola! Estoy totalmente de acuerdo con lo que dices: los peruanos mismos tienen que empezar de cumplir sus deberes... PERO - como yo lo veo - las ONGs que protestan contra la minera, tienen todo razon de hacerlo! Porque? Yo no soy de Peru, pero me parece que las empresas extranjeras en Peru no respetan las normas y leyes mas simples que tendrían que respetar en su pais de origen. Eso es el problema. La manera como las empresas extranjeras se comportan en Peru, nunca estaría possible en Alemania. La mineria es importante ... claro que si... pero tambien empresas grandes tienen que hay respetar la sociedad civil, las ONGs y los campesinos y no mentir a la gente como lo hace Yanacocha.
La labor social fundamental es el trabajo... en cuanto al asunto de la contaminación de las mineras, no existe un caso comprobado. Incluso el propietario de un granja de truchas de la localidad mencionó que la muerte de sus peces, tiempo atrás se debió a defectos en sus propias operaciones. Ahora viene desempeñando su labor sin inconvenientes.
PÁVEL ES UN AGENTE ENCUBIERTO DE YANACOCHA, LA CÍA Y EL FBI. MAMI QUÉ SERÁ LO QUE QUIERE EL NEGRO.
EL NEGRO YANACOCHA
EL NEGRO YA NO COCHA
EL NEGRO YO NO, COCHA
EL MEGRO...
LA COCHA...
RESUMEN:
EL NEGRO ES PÁVEL
Y LA COCHA, TAMBIÉN.
Pavél, realmente confias a las palabras del dueño que por fin aprovechaba de todo eso? Con apoyo de Yanacocha! En un informe de "Corporación Financiera Internacional y el Organismo Multilateral de Garantía de Inversiones" se dicen:
"Minera Yanacocha ha asumido la responsabilidad de la muerte de las truchas en la Granja Porcón."
Como tu veo que el trabajo y la minería es muy importante, pero - lo repito - con respeto hacia los campesinos, los ONG, la socidad civil y el medio ambiente.
He leído el informe, y la participaciòn de la minera en los daños no necesariamente se debió a contaminació química del agua; del contexto se puede establecer un probable fenómeno natural y la actitud de la minera, parece estar más asociada a una política de economía de costos de transacción: Por otro lado no es asunto de creer a una persona, y en esto pido disculpas por mi ingenuidad, sino de establecer una conclusión a partir de un simple hecho: las truchas todavía existen... no existirían de haber contaminación en el agua.
Es un hecho real que la supuesta peruanidad,en el Peru es solo una ilusion manipulada. La falta de leyes que protegan el patrimonio y los derechos civiles y de propiedad de todos los peruanos de ir paralelamente con el respecto a las leyes y los deberes cuidadanos: pagar impuestos, respecto la propiedad privada, el respecto al derecho ajeno, el cumplimiento de los deberes y derechos.
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