El plagio es una callada. Sin lugar a dudas es (parafraseando a don Harry Potter) uno de los “encantamientos imperdonables” de un artista. Digo esto porque se supone que el sujeto debería ser creativo al menos, y además porque valorar el trabajo propio implica valorar el trabajo ajeno.
Sin embargo no todos los plagiarios son un tapete. Lo triste del caso es que hay plagiarios talentosos, sujetos que por pereza o por imbecibilidad indefinida deciden hacer propios los trabajos ajenos.
Precisamente, hace unos días leía un post de Ana María Prouvelarie (Argentina ella) en la que sacaba a luz una perla del gran Pablo Neruda. Hechos los créditos del caso, dejando este link para que podáis leer la nota completa aquí van los poemas para que saques tus propias conclusiones:
Poema Nº 30
DE: El Jardinero
Rabindranath Tagore
(1861-1941)
Tú eres la nube crepuscular del cielo de mis
fantasías.
Tu color y tu forma son los del
anhelo de mi amor.
Eres mía, eres mía, y vives
en mis sueños infinitos.
Tienes los pies sonrojados del resplandor
ansioso de mi corazón,
¡segadora de mis cantos
vespertinos!
Tus labios agridulces saben a mi vino
de dolor.
Eres mía,
eres mía,
y vives en mis sueños solitarios.
Mi pasión sombría ha oscurecido tus ojos,
¡cazadora del fondo de mi mirada!
En la red de mi
música te tengo presa,
amor mío.
Eres mía,
eres mía,
y vives en mis sueños inmortales.
amor mío.
Eres mía,
eres mía,
y vives en mis sueños inmortales.
Poema 16
DE: Veinte Poemas de Amor y una Canción DEsesperadaPablo Neruda
(1904-1973)
En mi cielo al crepúsculo eres como una nube
y tu color y forma son como yo los quiero.
Eres mía, eres mía, mujer de labios dulces,
y viven en tu vida mis infinitos sueños.
La lámpara de mi alma te sonrosa los pies,
el agrio vino mío es mas dulce en tus labios
¡Oh, segadora de mi canción de atardecer,
cómo te sienten mía mis sueños solitarios!
Eres mía, eres mía, voy gritando en la brisa
de la tarde, y el viento arrastra mi voz viuda.
Cazadora del fondo de mis ojos, tu robo
estanca como el agua tu mirada nocturna.
DE: Veinte Poemas de Amor y una Canción DEsesperadaPablo Neruda
(1904-1973)
En mi cielo al crepúsculo eres como una nube
y tu color y forma son como yo los quiero.
Eres mía, eres mía, mujer de labios dulces,
y viven en tu vida mis infinitos sueños.
La lámpara de mi alma te sonrosa los pies,
el agrio vino mío es mas dulce en tus labios
¡Oh, segadora de mi canción de atardecer,
cómo te sienten mía mis sueños solitarios!
Eres mía, eres mía, voy gritando en la brisa
de la tarde, y el viento arrastra mi voz viuda.
Cazadora del fondo de mis ojos, tu robo
estanca como el agua tu mirada nocturna.
En la red de mi música estas presa, amor mío,
y mis redes de música son anchas como el cielo.
Mi alma nace a la orilla de tus ojos de luto.
En tus ojos de luto comienza el país del sueño.
y mis redes de música son anchas como el cielo.
Mi alma nace a la orilla de tus ojos de luto.
En tus ojos de luto comienza el país del sueño.
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Leía además en varios de los más importantes blogs del Perú, la natural indignación contra la actitud de don Mirko y de otros sujetos más, que ante la denuncia de los muchos plagios de don Bryce, han salido con el dedo acusador, usted dirá ¿contra Bryce? Nada de eso, pues contra la internet, contra los blogs, contra los autores que se dejan plagiar, etc, etc.
La cuestión es que, por una extraña razón los plagios literarios siempre han generado ese tipo inesperado de reacciones. Debe ser una cuestión de conciencia sucia. Recuerdo, por ejemplo, que hace poco a raíz de una denuncia de plagio hecha por Hidrogo (Del Conglomerado Cultural de Chiclayo), se armó una descomunal gresca entre los miembros de un foro, en dónde los índices apuntaban a todas direcciones, menos a la frente del plagiario. Para que vean que esto no es cosa del Perú ni del ahora. Aquí les dejo una perla, un recuerdo de la bronca que se armó cuando se denunció el plagio de Neruda. Como dije al comienzo: cualquier parecido, no es más que coincidencia. VER BRONCA
Finalmente, para remover más el pozo turbio aquí dejo una tareita para que saquen sus propias conclusiones. Comparen el cuento “Los vestidos de una Dama” de Alonso Cueto con “Emma Zunz” de Jorge Luis Borges. Una vez más: cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.
Roberto Pável
Jáuregui Zavaleta
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1 comentario:
PREMIO NOBEL CONSTRUYE NOVELA DE UN CUENTO MEXICANO
Teófilo Huerta
· El defensor de causas sociales es a la vez violador de los derechos de autor.
· Las intermitencias de la muerte de José Saramago contiene sucesivas ideas afines de mi cuento ¡Últimas noticias! registrado desde 1987.
· El escritor portugués derivó su novela sin la autorización del titular del derecho de la obra primigenia, de acuerdo con el Artículo 78 de la Ley Federal del Derecho de Autor.
· Son los dos primeros capítulos de la novela los que contienen la mayor parte de similitudes y planteamientos del cuento
· Entregué en 1997 mi obra a Editorial Alfaguara en México cuando Sealtiel Alatriste era su director.
El escritor portugués y premio Nobel de Literatura José Saramago ha abusado tras de que la novela Las intermitencias de la muerte es una derivación sin el debido consentimiento de mi cuento ¡Últimas noticias! dentro del compendio La segunda muerte y otros cuentos de fúnebre y amorosa hechura registrado en 1986 ante el hoy Instituto Nacional del Derecho de Autor en México.
¡Últimas noticias! fue escrito en 1983 para el Primer Concurso de Cuento de Ciencia Ficción convocado por la representación del CONACYT Puebla (1984), sin que allí obtuviera premio o mención alguna. Posteriormente, registré mi obra de cuentos, incluido aquél, ante la entonces Dirección General del Derecho de Autor hoy INDAUTOR, bajo el título La segunda muerte y otros cuentos de fúnebre y amorosa hechura. El número de registro otorgado fue el 8369/86.
También publiqué mi obra bajo el mismo nombre en una edición limitada en 1987 por Editorial Quetzalcóatl.
Posteriormente participé en 1997 en el concurso Cuento triste convocado por el diario Reforma y Editorial Alfaguara, con el relato La mujer rojinegra y obtuve por el mismo una mención honorífica. Fue allí que entré en contacto con Grupo Santillana-Alfaguara en México y entregué mi pequeña obra sin ningún acuse de recibido en la puerta de la editorial. El sobre estaba dirigido a Laura Lara cuando en ese entonces Sealtiel Alatriste era el director de la editorial y quien a la postre estuvo físicamente muy cerca del portugués radicado en España cuando fue cónsul de México en Barcelona e íntimamente ligado a él en sucesivas presentaciones literarias. Hoy el sospechoso intermediario (o escritor fantasma del Nobel) se desempeña como director de Literatura de la Universidad Nacional Autónoma de México.
El 26 de mayo de 2006 comparecí ante la Dirección Jurídica del Instituto Nacional del Derecho de Autor (INDAUTOR) en relación a la junta de avenencia promovida para dirimir la derivación de la novela. Por la contraparte no asistió persona alguna que representara legalmente al señor José Saramago, toda vez que no ocurrió la notificación porque el domicilio particular de éste no coincide con el de Editorial Santillana al que se dirigió el citatorio. Se levantó un Acta de la comparecencia y se archivó el procedimiento administrativo.
A pesar del escenario en que una lucha legal implicaría más de cinco años para demostrar la verdad de mis dichos y otros cuatro años para resarcir los daños inherentes, y también ante las actuales circunstancias de no poder contar hasta ahora con un peritaje literario serio, además obviamente a las limitaciones presupuestarias para la titánica lucha, no agoto aún los cauces jurídicos y mantengo mi convicción sobre los hechos.
No por sorpresivo el hecho deja de tener veracidad. Mi intención no es el escándalo, el protagonismo, la fama o el dinero. Simplemente elemental justicia.
José Saramago podrá escudarse en argucias como el cliché, la inter e hipertextualidad, aducir mera inspiración, coincidencia o influencia y sostener que las ideas son universales y esas no se protegen, no obstante el hecho es que la creación es un acto único e individual y basarse en la de otro finalmente constituye un hurto. La novela de Saramago es una obra derivada pero que no puede ser explotada sin la autorización del titular del derecho de la obra primigenia, de acuerdo con el Artículo 78 de la Ley Federal del Derecho de Autor.
Hay un evidente parafraseo en situaciones particulares; una coherencia textual (pasajes paralelos); las construcciones sintácticas son similares; el modo de narración es satírico en ambas obras; no hay coincidencias fortuitas ni clichés, sino una clara concordancia de ideas.
A continuación las pruebas textuales del despojo.
El cuento ¡Últimas noticias!, de mi autoría inicia así:
“Los científicos, los religiosos y el hombre en general, no se explicaban las causas de tan singular fenómeno que afectó a toda la Tierra...El hecho ocurrió de pronto en todos los países, en unos de día en otros de noche. La noticia se comenzó a difundir...la gente.... no daba crédito a los titulares de los periódicos de ese día: “NO MURIÓ NADIE AYER!”...
La novela de José Saramago lo copia así:
"Al día siguiente no murió nadie. El hecho, por absolutamente contrario a las normas de la vida, causó en los espíritus una perturbación enorme... ni siquiera un caso para muestra, de que alguna vez haya ocurrido in fenómeno semejante, que pasara un día completo, con todas sus pródigas veinticuatro horas, contadas entre diurnas y nocturnas, matutinas y vespertinas.”
El cuento aborda la investigación de los reporteros:
“’Nuestros reporteros realizan en este momento una acuciosa investigación en todos los velatorios y hospitales, pues, al parecer, ayer tampoco murieron enfermos graves’”
Y la novela de Saramago expresa de manera sorprendentemente similar:
“...Se realizaron llamadas a los hospitales , a la cruz roja, a la morgue, a las funerarias...y las respuestas llegaban siempre con las mismas lacónicas palabras, No hay muertos”.
En otro pasaje de ¡Últimas noticias! se dice sobre los accidentes:
“...los vehículos quedaron prácticamente deshechos, pero sus ocupantes están ilesos, repito, los ocupantes de los dos autobuses que acaban de chocar están ilesos...”
Y en otro pasaje Saramago lo repite así:
“...de acuerdo con la lógica matemática de las colisiones, deberían estar muertos, pero que, pese a la gravedad de las heridas y de los traumatismos sufridos, se mantenían vivos...”
Al explicar “científicamente” tan peculiar fenómeno el cuento revela:
“’Otra de las teorías es la que mantienen especialistas de Moscú, quienes atribuyen la existencia del fenómeno a una variación de la órbita de la Tierra...”
Y Saramago lo copia así:
“....no se debería excluir la posibilidad de que se tratara de una alteración cósmica meramente accidental...”
Ante tan característica situación la gente celebra así en el cuento:
“Un ambiente de fiesta surgió en todos los hogares, en muchos de ellos había auténtica algarabía....“El júbilo era casi general, aun los que no habían atravesado por peligro alguno se sentían seguros de que nada les pasaría. Los niños jugaban sin cansarse y repetían las frases de los adultos: “no vamos a morir, no vamos a morir”.
Y así similarmente, sólo con cambio de palabras, celebran en la novela:
“...alegría colectiva que se extendía de norte a sur y de este a oeste, refrescando las mentes temerosas y arrastrando lejos de la vista la larga sombra de tánatos..se fueron uniendo al mare mágnum de ciudadanos que aprovechaban todas las ocasiones para salir a la calle y proclamar, y gritar, que, ahora sí, la vida es bella.”
En el cuento se ven afectados esencialmente los intereses de hospitales, funerarias, cementerios y compañías de seguros:
“...mientras que otros intentaron ejercer diferentes actividades, lo mismo que los empleados, gerentes y dueños de velatorios y panteones.”
En la novela de Saramago sospechosamente también se ven afectados los intereses de hospitales, funerarias, cementerios y compañías de seguros:
“Importantes sectores profesionales, seriamente preocupados con la situación, ya comenzaron a transmitir la expresión de su descontento...las primera y formales reclamaciones llegaron de las empresas del negocio funerario.”
El cuento le da un peso esencial como eje de la trama a los titulares periodísticos:
“...sin faltar aquellos encabezados ingeniosos: ‘THANATOS VENCIDO’, ‘LA TILICA Y FLACA DE VACACIONES’....Los encabezados seguían siendo sumamente llamativos: ‘EUFORIA MUNDIAL’, ‘¡SOMOS INMORTALES!’, ‘¡SÓLO FALTA QUE RESUCITEN LOS MUERTOS!’...”.
La novela de Saramago también le da ese peso al aspecto periodístico:
“...los más diversos y sustanciosos titulares...Y Ahora Qué Será De Nosotros...páginas convulsas, agitadas, manchadas de titulares exclamativos y apocalípticos...Tras el paraíso, el infierno, La muerte dirige el baile, Inmortales por poco tiempo, Otra vez condenados a morir, Jaque mate...”
El cuento justifica así el regreso a la mortalidad:
“De pronto, después de quién sabe cuántos días o meses, en una ciudad en la que se construía un edificio, un trabajador, tras caer desde un piso doce, no se levantó de la acera...todos clavaron su mirada en el hombre inmóvil.”
La muerte de la novela de Saramago sin ningún empacho la imagina así con el mismo trabajador:
“En esa obra tendrá que entrar (la muerte) de aquí a dos semanas para empujar de un andamio a un albañil distraído que no se fijará dónde va a poner el pie...nuestro turno de caer del andamio todavía no ha llegado... ”
El final del cuento expresa:
“Sin manifestaciones de júbilo, pero tampoco de desesperación y llanto, los seres de todos los confines acogieron la vuelta a la normalidad y, más que eso, a la naturalidad.”
La novela en páginas avanzadas también retoma los mismos términos:
“...para festejar el ya no esperado regreso a la normalidad, lo que pareciendo ser el cúmulo de la indiferencia y el desprecio por la vida ajena, no era, en resumen, otra cosa que el natural alivio...”
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Ver:
http://saramagoplagiario.blogspot.com
http://teohuerta.blogspot.com
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