¿Libertad vs Sensatez?
La Unión Europea, luego de largas negociaciones, aprobó una ley contra la discriminación y la violencia racial. Lo curioso de la norma es que ha incluido dentro de la lista de conductas criminalizadas el delito de negación del Holocausto Nazi.
Lo que llama la atención es que, la Unión Europea, en otras palabras: la crema y nata de occidente, en la práctica, estaría vulnerando directamente la libertad de opinión y la libertad de expresión; dos de los emblemas que caracterizan, precisamente, al mundo occidental.
No creo que el acto sea necesariamente apresurado, la discusión de la norma ha tomado seis años en los que, de seguro, el tema de la limitación de las libertades se debe haber tocado varias veces.
Creo que hay una lectura que se le puede dar a este hecho: en la inevitable contradicción entre libertad y protección, en algunos casos, un poco de limitaciones a la primera, aseguran una vida más justa y menos estúpida.
Lo que llama la atención es que, la Unión Europea, en otras palabras: la crema y nata de occidente, en la práctica, estaría vulnerando directamente la libertad de opinión y la libertad de expresión; dos de los emblemas que caracterizan, precisamente, al mundo occidental.
No creo que el acto sea necesariamente apresurado, la discusión de la norma ha tomado seis años en los que, de seguro, el tema de la limitación de las libertades se debe haber tocado varias veces.
Creo que hay una lectura que se le puede dar a este hecho: en la inevitable contradicción entre libertad y protección, en algunos casos, un poco de limitaciones a la primera, aseguran una vida más justa y menos estúpida.
Roberto Pável
Jáuregui Zavaleta
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Unión Europea Holocausto Racismo Xenofobia El Pais Violencia
2 comentarios:
Hola. He lelgado hasta aquí por casualidad, y me ha llamado la atención este post. Lo cierto es que aquí, en Europa (escribo desde España) hace días que s ehabla bastante de la nueva normativa, y en los seis años que ha durado el debate, ha habido ciertos momentos en los que la disputa ha adquirido tintes casi dramáticos, como hace unos meses cuando un historiador británico fue condenado a dos años de cárcel por un tribunal austriaco a causa de sus opiniones revisionistas sobre el holocausto. No ha dejado tampoco de ser significativa la petición de los estados miembro que pertenecieron la URSS en el pasado (las repúblicas bálticas) de incluir en la ley la apología del estalinismo, aunque algunos eurodiputados han llegado incluso a pedir la prohibición de la apología de toda forma de comunismo.
Por otra parte, aclarar que esta normativa no adquiere de inmediato caracter de ley en los 27 estados miembros, sino que se ruega encarecidamente a los estados que la introduzcan en sus legislaciones, pero de ehcho no están obligados, aunque es cierto que, imagino, en caso de litigio relacionado con el asunto, de apelarse al tribunal de Estrasburgo, éste haría aplicar la nromativa.
Dicho esto, daré mi opinión sobre la decisión del europarlamento:
Soy historiador, como tal, considero que no existen razones píricas de ninguna clase para negar el holocausto. No obstante, como tal, coonsidero igualmente necesario el debate para hacer avanzar el conocimiento de la historia, y por tanto, no veo positivo prohibir ninguna clase de juicio histórico. El problema aquí no es tanto la intromisión del Estado en la libertad de expresión (aunque también), sino la pretensión, por parte del poder político de atribuirse potestades que no le corresponden. Señores, la historia la escriben los historiadores, no los políticos. Esta medida ha estado promovida con especial énfasis desde alemania y Austria, que aún mantienen cierto sentimeitno de culpa por lo ocurrido durante la II Guerra Mundial (aunque a decir verdad, ninguna nación de Europa está libre de pecado en estas lides), pero la verdad, no sé a qué temen. Cualquier negación del holocausto puede ser facilmente rebatida con datos históricos. Es mucho más efectivo combatir al enemigo en el campo de batalla dialéctico (y además tiene más impacto en la sociedad) que esconder el problema debajo de la alfombra. Esta es mi opinión.
Gracia spor su atención, y perdonen la longitud del texto.
No hay nada que perdonar, una opinión tan bien sustentada y de ese nivel merecía aparecer como un post especial.
Es cierto que la norma final ha quedado un podo "descafeinada" como dice el cronista de El País...
Tu comentario nos trae una arista más a la discusión: Más allá del tema de las libertades de expresión, ¿una protección formal y coercitiva es realmente efectiva como medio de lucha contra el error ideológico?
Tienes razón en dudar del remedio. Se puede percibir a la distancia dos defectos: 1) Quién es el censor de lo correcto; 2)La coacción solamente provoca temor, pero no convicción.
La historia es rica en ejemplos de eso.
Un saludo
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